¿Qué es más importante sentirte libre aunque no lo seas, o ser libre a pesar que sea una constante lucha con todo lo preestablecido y constantes decepciones?
Sino recuerdo mal, creo que fue Huxley el que nos dibujó un mundo en donde el poder de la socialización, mediante un control atroz, llega a matar la individualidad del hombre.
Cierto es, que al vivir en sociedad no tenemos plena libertad, y cierto es que desde pequeños nos inculcan mediante juegos, cual debe ser el comportamiento que se espera de nosotros.
Parece que en esta época, las cosas han cambiado, pero a la hora de la verdad, el cambio no es tal. Me explico.
Yo cuando era pequeña tenía cierta “desviación”. Era una niña muy femenina, muy presumida, y mi madre siempre me tenía que peinar y sacar bien arreglada a la calle aunque fuéramos a la montaña o playa a jugar, sin embargo, y ahí viene a lo que llamo “desviación de mis obligaciones”, siempre llevaba un pantalón debajo de mi falda porque me encantaba subir a los árboles de hecho casi nunca mantenía los pies en el suelo, si había una altura ahí tenía que estar, hacer todo tipo de animaladas (eso si muy finamente) típicas del sexo masculino, odiaba a rabiar el color rosa (lo sigo odiando), y siempre pedía para reyes pelotas, coches y bicicletas, regalos que en su mayoría no llegaron pues los Reyes eran bien machistas también. Quería ser paracaidista, bombero, piloto de motos o aviones y jugar al fútbol. No temía hacerme daño, ni caerme, ni tener horribles marcas de guerra que las señoritas se suponen no deben llevar. Siempre escuchaba el “no porque eres una niña”. Los anuncios de la tele anunciaban muñecas, utensilios de la casa, jardinería, joyas de juguete y cositas de maquillaje para las niñas, y balones, coches, Scalextrics (aún sueño con tener uno), juegos de construcción y juegos de investigación para los niños.
Todos los cuentos mostraban que las princesas bonitas debían ser rubias con ojos azules y las malas morenas con ojos oscuros y rasgados. Así que dibujábamos a la virgen María rubia con ojos azules y unos ojos redondos como platos, a Jesús igual(cosa que era imposible que fuera así), a las princesas … Por supuesto, en los dibujos el hombre era mucho más alto que las mujeres y bastante mayor que ellas porque lo contrario era ridículo y una desviación que rápidamente había que corregir. Las mujeres debían llevar el pelo largo y el hombre el pelo corto y siempre el hombre a la derecha de la mujer.
Todos los cuentos, anuncios de televisión, lecturas e incluso religiones, nos bombardeaban con imágenes, o frases que denotaban que así debía ser todo, que eso era lo correcto y así debía de ser nuestra vida.
Hoy en día la cosa ha cambiado un tanto en anuncios. Ya se ve a niños planchando en televisión, o niñas jugando con balones, en los cuentos ya no ponen en todos el ideal de belleza como rubia con ojos azules, y aunque les han cambiado el color de pelo, los ojos siguen siendo claros, pero por lo menos, ya ha habido un cambio, hay heroínas redondeadas y musculosas como es Lara Croft y los hombres parecen querer una igual y no alguien a quien proteger. O no me digan que ustedes no han odio eso de:
“-Pero cómo vas con esa chica, que está gorda”
“-Pero cómo vas con ese hombre que es tan poquita cosa”
“-Pero cómo vas con esa chica que es mayor que tú. Ah para tener buen sexo, que machote tú, dime, dime cómo es en la cama”
“-Pero cómo vas con ese chico que es menor que tú, no te das cuenta que haces el ridículo. ¿Solo por sexo? Ays te debes valorar más, no debes actuar como una cualquiera”
“-Pero cómo vas con ese chico que no te protege”
“-Pero cómo vas con ese chico que es más bajito que tú”
-“Pero por qué no te cortas esos pelos que pareces una niña”
-“Pero por qué llevas el pelo tan corto, ni que fueras un chicote”
-“Por qué no te haces una mechitas rubias, o te aclaras un poco el pelo, que estarás mejor”
-“Pero es obligación de tu pareja mantener la familia”
Los padres de los niños de hoy en día, han crecido con lo preconcebido, con el mismo bombardeo que yo crecí, de anuncios, de socialización, de ese control atroz de la moda, de lo que se espera de una mujer y de un hombre, y ellos son los que están educando a sus hijos, eso sin contar que la publicidad “cambiante” es la mínima, así como los cuentos “cambiantes”.
Los cuentos, películas, las técnicas modernas de publicidad y especialmente el mundo de la moda, se han convertido en medios subliminares de control social, lo fueron y lo siguen siendo. Nos crean necesidades nuevas, nos siguen controlando o manipulando para llevarnos en ciertas direcciones, nos siguen diciendo cual es el ideal de belleza, de comportamiento, y todos somos infelices o incluso rechazados, sino estamos dentro de esos ideales. La reflexión previa acaba siendo una prohibición de reflexionar, y nos empuja a dar por bueno o normal lo preestablecido o seguir la corriente. Parece que nuestras acciones son libres, pero es una apariencia engañosa. Nos hace tan poco libres, y tan infelices que es desesperante seguir oyendo ciertas cosas, como:
“-Mamá quiero ese coche” -Sí hija es muy bonito, pero no te gusta más esta muñeca que la puedes peinar y cambiar de ropa (enseñándole una insípida barbie esquelética y por supuesto rubia de ojos azules y pelo largísimo.. que por cierto, casi nunca lleva ropa interior, ¿se habrán dado cuenta de esto los padres? Jajaja. )”
“-Mamá quiero a mister potato (pues los niños no son tan “atrevidos” como las niñas a pedir pues se ataca más a su hombría hoy por hoy que a la feminidad de una mujer) –Vale hijo, pero no quieres también un camión, un ajedrez, o un equipo de fútbol, a fin de cuentas mister potato es un simple muñeco que no hace mucho”.
Señoras, señores, ¿por qué manipulan así el deseo de sus hijos? Ella no es menos femenina por desear un coche, ni él menos masculino por preferir un muñeco. Me dieron pena estos niños porque yo también sufrí las mismas acciones, y sé que al final, los Reyes Magos, les traerán lo que sus papás quieren y no lo que ellos desean, solo espero, que no les pase como en mi caso, y que crean que realmente han pedido o deseado lo que les han traído, porque sino acaba siendo una decepción.
En definitivas cuentas, que el hombre se cree libre porque es consciente de sus acciones que cree elegir porque es ignorantes de las causas que determinan estas acciones. Parte de la no libertad con la que no estoy nada de acuerdo, aunque sé que en algunos puntos soy tan poco libre como todos.
También es cierto, que vivir en sociedad implica que tu libertad acaba donde empieza la libertad del otro. Esta es la parte de no libertad, en la que estoy de acuerdo, pues vivir en sociedad no solo implica derechos sino obligaciones para que la convivencia sea posible.
¿Qué es más importante sentirte libre aunque no lo seas, o ser libre a pesar que sea una constante lucha con todo lo preestablecido y constantes decepciones?