Un sueño se filtró hoy en mi cama y por fin pude reconocerte en él.
Tu boca grande e intensa no era una línea de frialdad, no se abría sólo para hundir, criticar o pedir. Era igual de intensa pero sonreía, amaba, jugaba y estaba siempre relajada. ¡Eras tan feliz! ¡Era tan feliz!
Me pregunto porque en la vida real todo es tenso, deprimente, reproches y rechazos cuando en sueños te acaricio, me acaricias sin parar, reímos, jugamos, nos divertimos y deseamos.
Un sueño se filtró hoy en mi cama y por fin pude reconocerme en él.