Subo un trocito de algo que escribí, no sé si denominarlo novela, y que nunca acabé… pero aunque en general no me gusta como escribo, o como transmito las cosas, hay un trocito de esa novela, que siempre una y otra vez voy a leerlo cuando las cosas no funcionan bien… ahí va.
Zoe en una semana se iba de vacaciones, así que no se podía permitir el lujo de descansar ni un segundo, pero aún así no pudo evitar que el recuerdo de su padre llegará claro a su memoria.
¡Qué bonito era emprender un viaje en el coche de papá como si de una aventura se tratara!. En los trayectos, cantaban su madre con esa voz espectacular (que nada tenía que envidiar a cualquier artista), su hermana y ella misma. Su padre nunca cantaba, pero sonreía cuando alguna nota se escapaba y se oía algún gallito entre la música.
Recordó las palabras de su padre: “Los viajes son una representación corta de la vida, avanzas, pero a veces debes saber parar a repostar, hay quien te adelanta, pero no debes impedirles ese avance ni entrar en competiciones absurdas; hay veces que el viaje está cargado de gratas sorpresas como encuentros inesperados o nuevas personas que entren en tu vida, pero también puede ser que haya alguna sorpresa desagradable, como que se estropee tu coche y con tu actitud de contrariado estropees el resto del trayecto.
Mientras viajas puedes soñar como será el día que llegues a tu destino, pero sin olvidarte poner los ojos en la carretera y no solo en los sueños, pues quien despega los ojos de la carretera, al final sufre accidentes.
La vida es igual, es como un viaje emocionante, en que tu actitud hará que merezca la pena o no, el saber soñar y buscar esos sueños la hará una vida grata, pero si te olvidas de dejar los pies en el suelo de ese transcurrir de la vida, acabarás destrozando tu vida. Sigue tu corazón igual que con el coche seguimos un camino para llegar al destino que queremos”
Ahí queda para vosotros.. creo que debería de acabar esa novela algún día, así como otra que hay por ahí empezada.
Besines.