Querer sin tener

Últimamente aparece más de lo que quiero, la impaciencia por quererte, la impaciencia por tenerte. El tiempo del universo o Dios existe, pero no puedo soportar tener que esperar día tras día sin tener la certeza de cuándo pasará o incluso, de que nunca pase.

Entre la impaciencia cierro mis ojos y escucho tu silencio que día tras día me enseña la verdad. Trato de ser honesta conmigo misma y hablarle a mi yo, diciéndome que eres imposible, que no mereces o que no te merezco yo, pero entre mi conversación muda aparece tu imagen y recuerdo el primer día, también el último, tu olor, tus expresiones, tus conversaciones y me rindo ante la idea de que desde el primer momento te guardé en mi alma y sigues ahí desde ese instante, aunque sea ahora cuando observo lo más lindo de ti.

Pienso en cuántas cosas podría haber hecho de forma de distinta, a veces porque estaban mal, otras por miedos, pero si hubiera hecho algo distinto, hubiera fingido ser quien no soy y lo importante es que me aceptaras a mi.

En el silencio pido señales de saber si estarás o jamás vendrás, señales que me hagan seguir en tu camino o coger otro totalmente distinto. Pero esas señales no llegan.

Y habla tu silencio, habla mi verdad, habla la imposibilidad, habla la realidad diciendo que te tendré que querer cada día como si estuvieras a mi lado, aunque en verdad siempre estarás lejos. Te tendré que querer sin tenerte.

Deja un comentario