A medida que pasa el tiempo

 

CAMINO EN LA CIUDAD

 

 

A medida que pasa el tiempo, te sueles dar cuenta que no todo lo que pasa en tu vida lleva una lección o es porque te lo merezcas, simplemente las cosas pasan porque sí. A veces, muchas veces, aprendes algo de ellas, otras muchas no aprendes porque no hay nada que aprender. Unas veces te mereces lo que te pasa, otras muchas no, pero pasa igual. A veces siembras lo que has cosechado, otras veces llegan tempestades y se llevan tu cosecha, sin ser justa, sin tener porqué, pero pasa, y no hay nada que se puede hacer salvo levantar el vuelo cuanto antes, y no dejar que las heridas te impidan continuar el camino. Así aprendes, que la generalización, buena o mala, no es el camino, no a todos los que les pasa cosas malas, son malos, no a todos los que les pasa cosas buenas, son buenos, la vida no siempre da lo que cada uno se merece, y los seres humanos menos.

Quizás en cada cosa puede que haya un porqué, pero a veces, es mejor no preguntárselo, pues eso lleva a la depresión. Otras muchas aunque te lo preguntes, no hay ese porqué, y estancarás tu vida preguntándolo y de nuevo ha pasado porque sí, como un número aleatorio que te ha tocado, y ya está.

Los amores, o desamores, aún son más aleatorios, y más injustos que nada en este mundo. Se buena, ingenua, confía, cree, trata con respeto, entrégate entera, sé sincera y ama, y probablemente serás utilizada, insultada, despreciada, tratada de mentirosa y tirada cuando aparezca otra persona que dé más estatus, posea más belleza, juventud, ame menos, entregue menos y reciba más. Pero no siempre es así, por eso si esa es tu forma de actuar, no temas a esos seres superficiales que cada vez nos invaden más, porque no estarás completa si no lo haces, porque no estarás viviendo la vida tal y como quieres.

A medida que pasa el tiempo, te das cuenta que aunque sufras y te degraden, ser auténtico es lo mejor que puedes legarte a ti mismo, es tu mejor aprendizaje, y la manera en que más tranquilo vives contigo mismo, aunque a veces, no con los demás porque digan lo que digan, hoy en día no se busca autenticidad, la hipocresía hoy es la reina de las fiestas, y casi siempre va cogida de la mano de la maldad y detrás de ellas anda la competitividad.

Las tres damas varoniles andan estiradas y con las cabezas bien altas desafiando todo lo que no sea como ellas, o no tengan una bonita imagen, y una inmensa mayoría las aplaudirán a su paso, como si realmente sea lo deseado. Aprenderán de ellas y ejercerán sus lecciones y de nada, de nada, te servirá decir que la vida todo lo pondrá en su lugar, ni que ya sembrarás lo que has plantado, ni que de pronto, todos, como si se hubieran dado un golpe en la cabeza, descubrirán tus cualidades, pues no es así, y a la mayoría no les importan, salvo para utilizarte y luego tacharte de mala si osas defenderte ante las injusticias.

Cuando pasa el tiempo, te das cuenta que la vida es una mala política, que crea monstruos en las sociedades que creen ser buenos, y destruye a los buenos para que su luz no deslumbre a nadie.

Pero, a medida que pasa el tiempo, también te das cuenta, que nada merece la pena si renuncias a tu ser, aunque no sea exitoso, aunque no siga la corriente. Que tu vida individual la puedes llenar de tus mejores sonrisas, tus mejores acciones, y de todo lo que para ti sea esencial, sin importar mucho el resto. Que en ti mismo está el centro de caminar, cómo y dónde quieres, o tirarte en el camino y no caminar más aunque todos digan que constantemente debes hacerlo, porque vivir, no tiene que significar que siempre andes, porque el construir no es andar, y porque el avanzar, no es caminar, puedes hacerlo tirado al lado de un camino, o en medio de éste si tú consideras que es mejor para ti, y puedes crear desde ese punto, tanto o más como los que constantemente caminan buscando, deseando encontrar, o recibir lo que las vida le debe, porque a veces camina y crea mucho más el que vuela soñando inmóvil desde su propia vida, al que camina sin cesar buscando sin saber el qué.

A medida que pasa el tiempo, te das cuenta, que el camino puede estar creándose dentro de ti, y no bajo tus pies.

Deja un comentario